EL DIARIO DE MECK: Día 3

Día 3: El regreso de Julito

¡Volvió Julito! Estoy tan feliz. Yo estaba mirando el tele y sonó el timbre. Cuando fui a ver quién 

era me lo encontré a Julito despotricando en la puerta. Que meeh por acá y meeh por allá. Estaba empapado el pobre. Desde ayer a la tarde que no para de llover. No logro que esta oveja me cuente que pasó que tardó tanto en volver. La quise sobornar con la torta que hice para su cumple pero se la engulló de un bocado sin decir palabra. Ya va a ver cuándo lo deje pelado. Porque de esa no zafa. Ahora lo dejo porque recién volvió pero mañana ¡Zaz! Peladín peladín.

A Julito los gorditos no le gustan nada porque le roban la comida. Para colmo la comida de oveja está cada vez más cara, así que a mí tampoco me gusta nada que eso pase. Creo que ya va a ser hora de que llame a un Espantagorditos. Si no me equivoco, todavía tengo el número de Octavio en un imán de la heladera. Octavio es mi espantagorditos de confianza. 

Afuera los gigantes siguen regando. Me gusta cuando riegan. En un día igual a todos, casi que parecería estar pasando algo interesante.

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